Cita de OCLog en junio 14, 2022, 3:47 pm

A eso del mediado del 2009 murió un ser querido, una parte de mí, alguien con quien pasaba día a día mi vida, luego de su muerte algo cambió en mí, todo había sido algo surrealista pero creíble, pasando el fallecimiento poco a poco empecé a notar que habían cosas que no estaban del todo bien, pensé que estaba algo loco, empezaba a ver una silueta día tras día pasando por la ventana de mi cuarto, esa misma silueta que siempre veía en vida a pesar de no saber como actuar pensé que solo era mi imaginación por aquel fallecimiento que me dolió tanto.

Pasando el tiempo la silueta de aquella persona se hacía mas y mas frecuente, poco a poco noté que era algo inaudito que eso sucedería, pensé que si le contaba a alguien de mi familia pensaría que estaba loco o que solo me lo imaginaba por extrañar tanto a esa persona. Luego de tantos días viendo esa silueta posar en mi ventana día tras día y siempre a la misma hora (12 de la madrugada) pensé en contarle a mi familia sobre la situación que yo estaba viviendo, ellos quedaron algo sorprendidos y en ese acto mi prima dice que no era el único, pues ella también veía dicha silueta también pasar por su ventana y fue ahí donde todo cambió por completo. Luego de varios meses la silueta dejó de aparecer y se esfumó entre la oscuridad, no supe más de ella.

Luego de un par de años (2015) en una fiesta donde llevé a mi hermano menor para que despejáramos un poco el día tan cansado que habíamos tenido, nos quedamos en la fiesta desde las 6pm hasta las 2:30 am. Regresando a casa poco a poco caminando, nos metimos por la vereda para poder llegar a nuestra casa (vivimos en una vereda) al intentar cruzar para entrar a la vereda de nuestra casa, casualmente la silueta estaba ahí, parada, de frente mirándonos a ambos, los dos pensábamos que era algún vecino parado ahí embriagado al igual que nosotros, caminando poco a poco notamos que esa misma silueta no se movía, solo estaba ahí parada, logramos acércanos a tal punto que notamos que era nuestro familiar fallecido (éramos unos adolescentes) y solo nos dio por intentar escapar pensando que era producto de nuestra imaginación o embriaguez. Todo paso muy rápido, nunca supimos si era correcto lo que veíamos, solo decidimos retomar por donde habíamos ido y correr como si no hubiese un mañana.

Luego de años aún seguimos contando la anécdota de aquella persona que sigue siendo nuestro amor.