El llamado de la muerte
23/04/2022 19:10
Toda clase de leyendas como la conocida con el nombre de El llamado de la muerte, se habían creado en torno a la vieja fábrica de telas del pueblo. Unos decían que por las noches,se aparecían fantasmas en el patio trasero, otros que las brujas hacían pociones en su sótano.
Tal vez la única persona que no creía en esas historias era Gabriel, el velador del lugar. En varias ocasiones la gente le preguntaba:
- Oye Gabo ¿nunca te ha pasado algo extraño allá adentro? Ya sabes, escuchar gemidos, ver siluetas etc.
- No nunca, llevo 30 años trabajando aquí y lo más raro que me he encontrado han sido algunas ratas muertas. Además, eso de los fantasmas es sólo para asustar a los chiquillos.
Una de las cosas que caracterizaba a este personaje, es que iniciaba su recorrido de la misma manera todas las noches y de verdad, no encontraba ni se le aparecía ningún fantasma.
Comenzaba abriendo la oficina principal y así continuaba por cada uno de los cuartos restantes de aquel lúgubre lugar. Su única compañera era una vieja radio, la cual le hacía más amena la velada.
No obstante, una madrugada repentinamente se agotaron las baterías de dicho equipo, sin razón aparente. De hecho, Gabo exclamó muy enfadado:
¡Maldito cacharro!, pero si apenas esta mañana te puse pilas nuevas. En fin, como ya eran las dos de la madrugada no pudo hacer nada más que esperar a que amaneciera. Minutos después, empezó a escuchar que lo llamaban por su nombre.
El sonido provenía del fondo del corredor, curiosamente la última habitación tenía la entrada clausurada. Era en ese lugar justamente donde se originan los gritos. Gabriel entonces tomó el hacha contra incendios y comenzó a golpear la puerta para abrirla.
Cuando por fin lo consiguió, quedó paralizado del miedo al observar que un zombie vestido con los mismos ropajes de él le decía:
- Vengo para llevarte conmigo de regreso al infierno, tu tiempo en esta dimensión se ha agotado. Al pronunciar estas palabras, parte de la piel del rostro de aquel ser infernal cayó al piso en pedazos.
- No me llevarás con vida. Replicó Gabriel
En eso, el zombi soltó una carcajada macabra:
- Jajaja, pero si tú ya estás muerto. O que ¿ya no te acuerdas? Te asesinaron unos maleantes hace años y te metieron en este cuarto para que te pudras lentamente. Fui yo, el amo de las tinieblas, quién te dio una segunda oportunidad. Así que acompáñame, no me hagas enfadar.
Dicho esto, ambos seres desaparecieron en una nube de polvo. Al día siguiente, las personas encontraron afuera de la fábrica solamente la radio encendida y la linterna del velador. Nunca más se volvió a saber nada de Gabriel.
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pongan mas.... que tengan que ver mas con la muerte
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Ta chido, pero: si nunca más se supo de el, entonces, quien contó la historia?
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No arruines el momento >:v
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