¡Eres Nuestro!

15/06/2022 23:48

¡Eres Nuestro!
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    Esta es una historia, que tiene que ver con el comportamiento de las personas, a veces, vivimos pensando que podemos actuar sin responsabilidad; haciendo lo que nos place y burlándose de los demás sin piedad, pensando que esto, no tendrá consecuencias a la larga, pero déjame  y te cuento lo que pasó con alguien que pensaba igual.

    Pedro era un joven exitoso, bien parecido, con dinero, y muchas mujeres, que acostumbraba a burlarse de aquellos que no eran tan afortunados como él; les ponía apodos, los ponía en ridículo ante los demás.

    Un día desde su coche junto a tres amigos, le gritó a una jovencita que caminaba por la acera  –Adiós reina… de la jungla ¡Changa!-; ella regresó a su casa hundida en el llanto, y le contó a su familia lo que había pasado.

    El hermano menor de la joven salió en busca del culpable, pues era vecino del lugar; en el justo momento en que bajó del auto sin darle tiempo a nada le asentó un golpe tal que su mano se llenó de sangre, y Pedro cayó al suelo escuchando lo que el muchacho le decía:

    Meterte con mi hermana es lo peor que has hecho en tu vida y lo vas a pagar-.

    Con la mano ensangrentada, el joven fue donde su abuela, le dijo lo que había pasado, mostrándole la mano dijo –Y te traje algo de él para que le des una lección-

    La abuela sacó de un pequeño baúl una caja negra la cual contenía un pedazo de tela; pidió al joven que se limpiara la sangre un pedazo de tela y después saliera de la habitación. En unos minutos la señora abrió la puerta y le dijo –Vete en paz mijo, el trabajo está hecho-.

    Esa misma noche, Pedro escurriendo en sudor despertó de pronto con un fuerte dolor de estómago, no le dio tiempo de llegar al baño; vomitó sangre y una bola extraña, parecía hecha de carne, pero al pisarla reventó y estaba llena de cientos de gusanos.

    Los gusanos subieron por su pierna...

    Con algo de asco  fue hacia la regadera para darse un duchazo; pero en unos segundos bajo por la regadera aguas negras de color fétido que cubrieron su cuerpo y entre más se tallaba el cuerpo más se le pegaba la suciedad.

    Limpiando y rascando su piel con desesperación, pues le ardía hasta el interior como si le estuvieran encajando alfileres calientes; fue a verse frente al espejo y se dio cuenta que la piel se le caía a pedazos al quitarse la suciedad, veía la sangre escurrir por su rostro, que sus ojos se saltaban, y en un minuto, parecía que solo era una alucinación.

    Esa noche no pudo dormir pues apenas se recostaba en la cama sentía que lo sujetaban fuerte contra esta; y cientos de alimañas paseaban por su cuerpo, al cerrar los ojos escuchaba que le hablaban, y al abrirlos de pronto se daba cuenta que unas sombras que lo rodeaban le decían: -¡Eres Nuestro!-, Pasó así toda la noche sin dormir.

    ¡Eres Nuestro!

    Se volvió a dar un regaderazo y luego se fue a su trabajo, en las estaciones de radio solo captaba interferencia con una mensaje que decía -¡Eres Nuestro!-; ya algo nervioso en el trabajo escuchaba con fuerza -¡Eres Nuestro!, ¡Eres Nuestro!- en lugar de la programación normal de la radio.

    Estaba ansioso por salir...

    Pero su jefe le pidió terminar el informe de gastos porque la junta se adelantó. Solo en la oficina a través de las persianas, vio a una persona pasar –Lolita eres tú-, gritó desde adentro, pero no obtuvo respuesta.

    Insistió más de una vez, pero nadie le respondió… se acercó a la puerta, dudó en salir, se decidió cerrar con llave, en el momento en que tomó asiento una mujer de cabellera larga y oscura, vestida de blanco salió debajo del escritorio.

    Fue horrible lo que pasó, mientras abría su boca la piel se le pegaba al rostro y el cabello se le caía, en el momento que estuvo frente a  Pedro ya era tan solo un esqueleto con cáscara de carne seca, entonces, abriendo su boca se tragó la cabeza de Pedro ,

    Pedro pataleaba y manoteaba en señal de desesperación porque le faltaba el aire, lo soltó entonces la mujer le dijo: –Eres nuestro-.

    Esa tarde salió de su trabajo, y no quiso regresar, perdió todos sus bienes, en poco tiempo, y con ellos todo lo que tenia; se le puede ver ahora por las calles, corriendo, gritando, huyendo siempre de algo, y su terror crece cuando al acercarse a la familia de la joven estos le dicen –Aún eres nuestro y lo serás por mucho tiempo-.

    Ten cuidado con quien te metes y trata a todos con respeto, porque no sabes cuál de ellos pueda darte la lección que mereces.

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      1 Comentarios

    1. majo dice:

      super y deja una enseñanza

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